... relatos pseudopoéticos escritos desde lo más profundo de mi ser

Pronóstico reservado

El pie izquierdo no me quiere hacer ni caso y mis manos, como anoche me advirtió el médico de urgencias, han comenzado a entumecerse y a temblar sin motivo alguno. Muy pronto, según su pronóstico, mis pupilas se enrojecerán y al caer la noche invadirá mi alma una terrible sed que sólo podré saciar inundando mis entrañas con ardiente sangre humana. Oh dios mío, ya percibo los primeros síntomas: como mi cráneo se encoje, como se me seca la garganta, como se afinan mis oídos… Maldita sea, por qué saldría anoche.