... relatos pseudopoéticos escritos desde lo más profundo de mi ser

Contratante asegurado

Aquella tarde, papá, regresó a la tumba entristecido tratando de recordar el sabor de los besos que tanto añoraba. Cabizbajo dejó caer su cuerpo sobre la sepultura de piedra atiborrada de flores y envuelto en un profundo silencio recorrió una a una las frías letras de metal que describían su nombre. Para no dejar ningún rastro separó cuidadosamente los pies del suelo y esparció sus recuerdos para que se los llevara el viento intentando olvidar así la dolorosa reprimenda de mamá y la cara aterrada de la vecina que al verle salió corriendo creyendo haber visto a un muerto.