...en definitiva, cualquier cosa que crezca en mi cabeza, pues será el fruto (dulce o amargo) de mis ilusorias ensoñaciones.
... relatos pseudopoéticos escritos desde lo más profundo de mi ser
Montmartre
Au revoir

Perdido en la memoria
Perdido en la memoria
Recuerdo que había noches en las que el sonido de la lluvia golpeando contra el cristal de mi ventana se fundía con las notas del violín que escapaban de entre sus dedos. Entonces los miedos que acechaban mis sueños desaparecían por completo bajo el peso de las mantas y una cálida sensación acariciaba mi piel colándose por cada uno de los poros de mi cuerpo inundando mi alma de paz y ahuyentando de mi habitación los fantasmas de la oscuridad. Y así, mientras los acordes flotando se desvanecían en el silencio, Morfeo me acogía en su regazo y me protegía hasta la llegada del alba en su cómodo reino.
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